El
follón de la moneda que deben utilizar los extranjeros se ha
aclarado un poco después de la supresión de los Certificados
de Cambio para Extranjeros (FEC) desde finales del 2004, una
espe¬cie de papel moneda del que estábamos obligados a
adquirir tres¬cientos dólares al cambio oficial al llegar;
pero ese incordio ya se terminó, afortunadamente.
Oficialmente, y a la espera que se pueda pagar también con €
los hoteles y billetes de avión, trenes y barcos -cosa que
probablmente suceda en un plazo breve-, hay dos monedas en
Birmania. La principal y que usan todos es el kyat. Es la
divisa nacional, está muy devaluada y está prohibido
impor¬tarla o exportarla.
El dólar es la única moneda que se acepta para pagar el
alo¬jamiento y los principales desplazamientos, excepto los
autobu¬ses, que se pueden pagar en kyats.
De momento -en el 2005- no se deben llevar € a Myanmar, pues
sólo os servirán para cambiarlos por kyats, pero no para
vuestros gastos principales: hoteles, aviones, trenes y
barcos.
EL
KVAT
El
kyat se divide en 100 pyas y se puede encontrar en billetes
de 1, 5, 10, 15, 20, 45, 50, 90, 100, 200 Y 500. Hay que
fijarse un poco en que los billetes de 50 y 100 estén
emitidos por el Banco Central de Myanmar y no por el antiguo
Union of Burma, pues ya no tienen validez.
Todavía circulan de vez en cuando las monedas de pyas, que
apenas valen ni para tomarse un té.
En el año 2005 el dólar tenía un valor oficial de seis kyats,
del que apenas merece la pena hablar, pues nadie en su sano
juicio cambia dólares o € en Birmania al precio legal, que
es escandalosamente más bajo que el que se obtiene en el
mercado negro (más de 900 kyats). El euro, por su lado,
tenía una cotización oficial yartificiosa -tampoco se debe
cambiar en el banco- de 7,39 kyats.
Con los kyats obtenidos al cambio de la calle (ver El Cambio)
podéis pagar a muy buen precio la comida en los restaurantes,
el transpor¬te urbano, muchas compras y, en general, todo
excepto hoteles, transporte interior o artículos comprados
en las tiendas estatales.
EL
EURO V EL DÓLAR
La moneda norteamericana es, por supuesto, la divisa más
apre¬ciada en Myanmar; al menos hasta la utilización total
del euro. Legalmente sólo pueden utilizarla los extranjeros
y los estableci¬mientos autorizados, como hoteles, tiendas
estatales, estaciones de ferrocarril, líneas aéreas,
etcétera.
Ya hemos dichos que la inmensa mayoría de hoteles en que os
hospedéis y billetes de tren, avión o autobús deberán ser
paga¬dos en dólares.
En el 2005, el cambio oficial y ridículo entre el dólar y el
kyat era de 7,3 kyats por euro y seis kyats por dólar,
mientras que en el mercado negro se obtenían más de mil
doscientos kyats por euro y 940 por cada dólar.
EL
CAMBIO - EL MERCADO NEGRO
Ningún
viajero en su sano juicio cambia euros o dólares en Birmania
al precio oficial. Lo mejor que podéis hacer es pregun¬
tar a los viajeros que encontréis en vuestro hotel a cuánto
está el cambio de € y dólares por kyats para grandes
cantidades y dónde se cambia con seguridad, que suele ser en
vuestro propio hotel o en alguna tienda y nunca en la calle
(y menos al salir del aeropuerto), pues os pueden timar. El
taxi del aeropuerto, cuando lleguéis, se paga en dólares.
A la llegada, en los alrededores de Sule Pagoda proliferan
los cambistas, que suelen ser honrados, pero no cambiéis en
la calle, sino dirigíos a algún café y contad primero los
kyats que os corres¬ponden y después entregad vuestros
dólares.
No es complicado cambiar a la hora de irse los kyats
sobrantes por euros o dólares de nuevo en el mercado negro,
aunque a una tasa algo inferior a la que los comprásteis,
por lo que calcu¬lad bien para que no os sobren muchos o
intentad cambiarselos a otro viajero. Para que os los
cambien legalmente, la cantidad debe exceder los 300 dólares
y tenéis que mostrar el certificado que os dieron en el
aeropuerto al llegar.
TARJETAS DE CRÉDITO
En los
últimos años se aceptaban en Birmania las tarjetas Visa,
American Express, Diners Club y MasterCard, pero con el
reciente colapso financiero, fruto de las sanciones
norteamerica¬nas al régimen, todas las tarjetas han dejado
de funcionar.
Se supone que en cuanto se recupere cierta normalización
ban¬caria volverán a entrar en funcionamiento, pero en todo
caso no viajéis al país confiando sólo en una tarjeta, a no
ser que alguien que acabe de volver os informe de un cambio
de la situación.
Antes de la debacle las tarjetas de crédito sólo funcionaban
en unos pocos establecimientos: en las oficinas de la MTT -para
pagar transportes, circuitos o guías- y en los mejores
hoteles de Yangon y Mandalay.
CHEQUES DE VIAJERO
Al
igual que ha sucedido con las tarjetas de crédito, los
che¬ques de viajero, tan utilizados en casi todo el Globo
por los trota¬mundos, están de momento inutilizados en
Myanmar, aunque se prevé que en un futuro vuelvan a tener
validez.
En todo caso, antes sólo podían cambiarse de momento en el
aeropuerto y en las Oficinas de Turismo oficiales, las MTTs,
y en un banco de Yangon y otro de Mandalay, que eran el
Myanmar Foreign Travel Bank, junto a la pagoda Sule de la
capital, y el Myanmar Economic Bank, en la esquina de las
calles 26 y 82 de la segunda ciudad del país.
LOS
COSTES
Este
es el apartado más flexible de esta guía, ya que,
obvia¬mente, depende un poco del tren de vida que penséis
llevar.
En general, hay que decir que Birmania es un país muy
bara¬to en cuanto a la comida y bebida, los viajes en
autobús y las com¬pras, ya que todo esto se paga con kyats
adquiridos en el merca¬do negro.
En todos los hoteles que os hospedéis tendréis que pagar con
dólares, pero desde la privatización de muchos de ellos se
pue¬den encontrar habitaciones dobles decentes pero cutres a
precios como ocho dólares.
Un inconveniente es que, al contrario que en muchos países
de la zona, en Birmania no abundan los hoteles medios. Es
decir, entre los cutres de seis u ocho dólares y los caros,
a partir de trein¬ta se sitúan unos alojamientos horribles
para su precio, oscuros, a veces sin ventana y no muy
limpios, excepto en Yangon y Mandalay, donde sí abundan ya
los buenos alojamientos de tipo medio. .
El transporte local es también barato en autobuses. Pero los
vuelos interiores, los barcos y el tren son caros. Así, el
trayecto en tren entre Yangon y Mandalay cuesta un mínimo de
35 dólares y se va lento y sentado toda la noche con un
fluorescente apuntan¬do directamente a los ojos.
Cada trayecto en avión puede costar unos ochenta dólares en
la temporada más baja y más de cien en la alta.
En cuanto a la comida, en los restaurantes locales más
bara¬tos, o los indios, si compartís raciones podéis comer
baratísimo, y por unos ocho dólares en los establecimientos
de mayor calidad o cocina internacional. Un café costaba en
el 2005 unos 200 kyats, una cerveza, entre 1.000 y 1.200,
una botella pequeña de agua, cien kyats.